- de Luis Vicente Cantero
Las 19 Buenas Prácticas de las Suscripciones en Shopify
- de Luis Vicente Cantero
¿Quién habría imaginado que un coche podría venderse por suscripción?¿Qué es sino un contrato de leasing? Una suscripción de 2 a 5 años donde pagas religiosamente una cuota al mes y al finalizar el periodo puedes cambiar de coche, renovar el contrato o compararlo.
¿Pero por qué no en tu sector?
Apple vende suscripciones con su AppleCare
Amazon Prime incluye envíos gratuitos que te predisponen a comprar en su plataforma.
En Shopify también hay ejemplos:
¿Seguro que tienes que vender como todos?
No todo es recurrente. Hay productos que nunca lo serán. Un colchon tiene una vida útil de 15 años.
Pero incluso aquí, podrías ofrecer productos complementarios bajo suscripción: ¿almohadas o protectores?
Las buenas prácticas que encontrarás en esta guía se basan en principios de la psicología del consumidor. No son fórmulas mágicas, pero sí estrategias que han demostrado influir en las decisiones de compra.
Conociendo la teoría, podrás diseñar una estrategia efectiva. Eso sí, su éxito dependerá del contexto de tu marca y producto.
Paco (tu cliente ficticio) no es tonto.
Ninguno de tus clientes lo es.
Pero vender por suscripción requiere estrategia.
Estas buenas prácticas no son más que estrategias basadas en psicología que hacen que una compra recurrente sea mucho más atractiva que una única.
Y sí, son estrategias que otros Shopify ya están aprovechando.
Eso te explico aquí:
No importa el producto que vendas, la suscripción es tu modelo estrella y tus clientes deben saberlo.
¿Cómo lo logras?
¿Por qué funciona? Porque aquí entran en juego dos principios psicológicos clave:
Así que no te cortes. Mostrar la suscripción solo en la ficha de producto no es suficiente.
Algo importante: todas las aplicaciones de suscripción permiten ofrecer compras únicas o recurrentes.
No es todo o nada. Paco puede elegir el modelo que prefiera y no tiene que comprometerse más allá de un pedido.
¿Por qué funciona? Porque explota el principio de autonomía que nos dice que las personas valoramos tener control sobre nuestras decisiones. La elección reduce la presión y aumenta la confianza.
Quizás querían probar primero tu producto. Quizás tenían dudas. Pero eso no significa que la suscripción esté descartada.
Aprovecha cada correo para recordárselo. Recuérdale que si le gustó se puede suscribir y ahorrar. Recuérdale que lo recibirá cuando lo necesite. Sigue ofreciéndole incentivos para que, en su próximo pedido, no tenga dudas.
¿Por qué funciona? Porque explota tres ángulos psicológicos diferentes:
Durante el análisis de las marcas que ofrecen suscripciones me encontré algo que no esperaba: muchas marcas ofrecen suscripciones, pero sin ningún incentivo en el precio.
Compra única y compra recurrente… al mismo precio.
A ver, que seguro que tus suscripciones son maravillosas, pero seamos realistas: ¿quién va a comprometerse si no hay un beneficio claro?
Un descuento del 10% al 20% puede ser suficiente parea convencer. En algunos sectores puede ser un 30%. Y recuerda, este empujón es mucho más barato que lo que te cuesta adquirir a un nuevo Paco.
Siempre muestra la opción de compra recurrente con el descuento frente a la compra única sin descuento. Esto explota el efecto del anclaje en precio.
¿Por qué funciona? Porque aprovecha el efecto de anclaje. El precio de la compra única actúa como punto de referencia (ancla) y haec que el cliente percibe el descuento como un ahorro.
Resalta el ahorro que el cliente puede ahorrar a largo plazo con la compra recurrente.
Por ejemplo, si Paco compra café cada mes sin suscripción, al final de año habrá gastado 396€. Sin embargo, con la suscripción mensual, con un 15% de descuento, el gasto se reduce a 336€.
Frases como “Ahorra 60€ al año con nuestra suscripcion” no solo destacan el beneficio económico, sino que también generan un sentido de oportunidad.
¿Por qué funciona? Porque explota el principio de aversión a la pérdida: los clientes se sienten más motivados al evitar perder ese ahorro acumulado.
Activa la prueba social. Las personas preferimos evitar errores y, si vemos que otros han elegido algo, tendemos a pensar que es la mejor opción para nosotros.
¿Te suena? Seguro que más de una vez has mirado la carta de un restaurante y te has decidido por los platos “Más populares”. En e-commerce pasa lo mismo: destacar la opción más elegida genera confianza y facilita la decisión de compra.
¿Por qué funciona? Porque el principio de prueba social nos muestra que en situaciones de incertidumbre nos dejamos llevar por lo que hacen otras personas para reducir el riesgo percibido.
Dale ese último empujón al cliente. Ofreces tu suscripción más popular al mejor precio, pero aún puedes ir un paso más allá.
Añade beneficios exclusivos que hagan la oferta aún más irresistible para Paco. Por ejemplo, incluye una cafetera italiana gratuita como regalo de bienvenida o una muestra exclusiva de un nuevo café.
Hazle sentir especial si escoge esa opción.
¿Por qué funciona? Porque refuerza la sensación de valor y explota el principio de reciprocidad, ya que los clientes se sienten más motivados a devolver el favor por recibir algo extra.
Como hemos dicho, la suscripción es la prioridad de la marca. Así que preselecciona esta opción en la ficha de producto, destacando el descuento y ahorro acumulado.
Si el cliente prefiere una compra única, que lo seleccione proactivamente.
¿Por qué funciona? Porque activa el principio de aversión a la pérdida: el usuario ya percibe el ahorro que se esfuma si opta por la compra única. Esto hace que la suscripción sea percibida como la opción más inteligente y rentable.
Piensa en grande. No te limites solo a vender un producto. Si te atreves a salir de lo convencional, puedes convertir tu suscripción en una experiencia completa.
Algunos ejemplos que lo clavan:
¿Ves la diferencia? No solo venden un producto, venden una experiencia y ventajas que fidelizan.
¿Por qué funciona? Porque explota:
Ojo con esto, porque la frecuencia de tu suscripción dice mucho de tu producto. Seamos realistas: si vendes camisetas básicas y las ofreces mensualmente, ¿qué mensaje estás dando?
Exacto, que tus productos no son duraderos.
Por otro lado, una suscripción semanal para la mayoría de productos puede terminar agotando al cliente. Valora bien y, como norma general, empieza con una frecuencia mensual. Es un equilibrio que suele funcionar.
Aunque claro, una vez más, dependerá de tu producto.
¿Por qué funciona? Porque reduces la fricción cognitiva, evitando que el cliente se sienta abrumado o desconfie.
Deja que el usuario elija la frecuencia de su suscripción: ¿un mes, seis semanas, dos meses? La flexibilidad siempre es bien recibida.
Ahora bien, aquí puedes ir un paso más allá y aplicar el efecto señuelo. Este truco psicológico introduce una opción que, aunque no es tan atractiva, hace que otras opciones parezcan mucho más valiosas en comparación.
Sigamos con el ejemplo del kilo de café por 33€. La marca lanza su modelo de suscripción mensual con un 10% de descuento. Los precios quedan así:
Hasta aquí todo correcto.
Ahora metemos un señuelo: una suscripción trimestral por 99€ que incluye 3 kilos de café entregados cada tres meses.
¿Qué pasa entonces? El cliente (nuestro querido Paco) percibe que la suscripción mensual es la opción más económica, pero también la más flexible dado que evita el compromiso a largo plazo de la opción trimestral.
Y lo mismo puedes hacer con las ventajas: añade un señuelo que haga que tu suscripción más rentable parezca más valiosa.
Elimina objeciones antes de que surjan. la suscripción puede ser más cómoda, pero siempre habrá preguntas:
¿Por qué funciona? Porque no basta con decirlo, tienes que hacerlo visible. Sé transparente, genera una sensación de seguridad y da autonomía a tu cliente. Todo esto refuerza la confianza y reduce la fricción en la toma de decisiones.
El primer paso es lograr que se suscriban. Ya lo hemos comentado: los descuentos ayudan, y es clave que la expectativa sobre tu producto sea media-alta.
Pero luego queremos que el cliente quiera quedarse. Y no solo eso, también que nos recomiende.
¿Cómo lo puedes hacer?
Ofrece valor más allá de lo que prometes en la web. Envía muestras, haz pequeños regalos inesperados. Supera sus expectativas.
¿Por qué funciona? Porque activas el principio de reciprocidad y crearás una conexión emocional más fuerte con tu cliente que aumentará su lealtad y satisfacción.
Aquí puedes y debes complementar tus flujos de correos personalizados para reforzar el valor de la suscripción. Al menos deberías incluir los siguientes:
Una regla de oro: cuando trabajas con suscripciones, nunca des más valor a un nuevo cliente que a los actuales. Y asegúrate de que lo sepan.
Las mejores ofertas son para quienes ya confiaron en ti.
Si Paco se suscribió por 29,7€ al mes, no le ofrezcas a María la misma suscripción por 25€. No rompas la confianza que Paco depositó en tu marca. La fidelidad se recompensa, no se traiciona.
¿Quieres probar una oferta especial para captar nuevos clientes? Perfecto, pero asegúrate de que Paco no se entere o, mejor aún, crea promociones exclusivas para tus suscriptores actuales.
Haz que tus clientes sientan que formar parte de tu comunidad es un privilegio, no solo una transacción.
¿Por qué funciona? Porque explota dos principios:
Principio de exclusividad. El cliente percibe que pertenecer a la comunidad le ofrece promociones exclusivas.
¿Hay algún correo con mayor tasa de apertura que el de seguimiento? Exacto, no lo hay. El cliente lo espera ansioso.
Este es el momento perfecto para aprovechar su atención. Usa estos correos para dar visibilidad al resto de tu catálogo y promueve la venta cruzada para aumentar el ticket medio.
Aquí es donde entran en juego la aversión a la pérdida. Ofrece algo que el cliente no quierea perder: acceso exclusivo a formación, contenido o beneficios únicos. La clave está en que el cliente sepa que si se da de baja perderá todas esas ventajas de manera definitiva.
Pero ojo, no generes frustración si el usuario quiere darse de baja. Facilita el proceso de cancelación. La salida tiene que ser suave.
Por muy bien que lo hagas, las cancelaciones son inevitables. Lo importante es que, incluso cuando el usuario se dé de baja, tenga una experiencia. Porque luego, es clave:
Recuerda que a veces, nos darán una segunda oportunidad.
No es bundle o suscripción. Pueden ser ambas.
He visto como algunas marcas que venden en packs renuncian a vender por suscripción temiendo que la implementación de la suscripción reduzca el volumen de packs. Lo cierto, es que no hay que elegir entre uno u otro. Puedes ser complementarias.
¿No sabes por dónde empezar? Relájate. Con esta checklist, tienes un plan claro para implementar suscripciones y aumentar la recurrencia de tus clientes.
He hecho el trabajo sucio. Aquí tienes 35 marcas de Shopify que lo están rompiendo con suscripciones. Inspírate y aplica lo mejor en tu negocio.